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viernes, 3 de enero de 2014

La Biblia en un Año 5 De enero


Génesis 10-11

Nueva Versión Internacional (NVI)

Las naciones de la tierra

10 Ésta es la historia de Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, quienes después del diluvio tuvieron sus propios hijos.
Los hijos[a] de Jafet fueron Gómer, Magog, Maday, Javán, Tubal, Mésec y Tirás.
Los hijos de Gómer fueron Asquenaz, Rifat y Togarma.
Los hijos de Javán fueron Elisá, Tarsis, Quitín y Rodanín.[b]
Algunos de ellos, que poblaron las costas, formaron naciones y clanes en sus respectivos territorios y con sus propios idiomas.
Los hijos de Cam fueron Cus, Misrayin, Fut y Canaán.
Los hijos de Cus fueron Seba, Javilá, Sabtá, Ragama y Sabteca.
Los hijos de Ragama fueron Sabá y Dedán.
Cus fue el padre de Nimrod, conocido como el primer hombre fuerte de la tierra, quien llegó a ser un valiente cazador ante el Señor. Por eso se dice: «Como Nimrod, valiente cazador ante el Señor.» 10 Las principales ciudades de su reino fueron Babel, Érec, Acad y Calné, en la región de Sinar. 11 Desde esa región Nimrod salió hacia Asur, donde construyó[c] las ciudades de Nínive, Rejobot Ir,[d] Cala 12 y Resén, la gran ciudad que está entre Nínive y Cala.
13 Misrayin fue el antepasado de los ludeos, los anameos, los leabitas, los naftuitas, 14 los patruseos, los caslujitas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.
15 Canaán fue el padre de Sidón, su primogénito, y de Het, 16 y el antepasado de los jebuseos, los amorreos, los gergeseos, 17 los heveos, los araceos, los sineos, 18 los arvadeos, los zemareos y los jamatitas.
Luego, estos clanes cananeos se dispersaron, 19 y su territorio se extendió desde Sidón hasta Guerar y Gaza, y en dirección de Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, hasta Lasa.
20 Éstos fueron los descendientes de Cam, según sus clanes e idiomas, territorios y naciones.
21 Sem, antepasado de todos los hijos de Éber, y hermano mayor de Jafet, también tuvo hijos.
22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.
23 Los hijos de Aram fueron Uz, Hul, Guéter y Mas.
24 Arfaxad fue el padre de Selaj.
Selaj fue el padre de Éber.
25 Éber tuvo dos hijos: el primero se llamó Péleg,[e] porque en su tiempo se dividió la tierra; su hermano se llamó Joctán.
26 Joctán fue el padre de Almodad, Sélef, Jazar Mávet, Yeraj, 27 Hadorán, Uzal, Diclá, 28 Obal, Abimael, Sabá, 29 Ofir, Javilá y Jobab. Todos éstos fueron hijos de Joctán, 30 y vivieron en la región que va desde Mesá hasta Sefar, en la región montañosa oriental.
31 Éstos fueron los hijos de Sem, según sus clanes y sus idiomas, sus territorios y naciones.
32 Éstos son los clanes de los hijos de Noé, según sus genealogías y sus naciones. A partir de estos clanes, las naciones se extendieron sobre la tierra después del diluvio.

La torre de Babel

11 En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron. Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego.» Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra.»
Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los *hombres estaban construyendo, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es sólo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos.»
De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad. Por eso a la ciudad se le llamó Babel,[f]porque fue allí donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo.

Descendientes de Sem

10 Ésta es la historia de Sem:
Dos años después del diluvio, cuando Sem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad. 11 Después del nacimiento de Arfaxad, Sem vivió quinientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
12 Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años, nació su hijo Selaj. 13 Después del nacimiento de Selaj, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
14 Cuando Selaj tenía treinta años, nació su hijo Éber. 15 Después del nacimiento de Éber, Selaj vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
16 Cuando Éber tenía treinta y cuatro años, nació su hijo Péleg. 17 Después del nacimiento de Péleg, Éber vivió cuatrocientos treinta años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
18 Cuando Péleg tenía treinta años, nació su hijo Reú. 19 Después del nacimiento de Reú, Péleg vivió doscientos nueve años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
20 Cuando Reú tenía treinta y dos años, nació su hijo Serug. 21 Después del nacimiento de Serug, Reú vivió doscientos siete años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
22 Cuando Serug tenía treinta años, nació su hijo Najor. 23 Después del nacimiento de Najor, Serug vivió doscientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
24 Cuando Najor tenía veintinueve años, nació su hijo Téraj. 25 Después del nacimiento de Téraj, Najor vivió ciento diecinueve años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.
26 Cuando Téraj tenía setenta años, ya habían nacido sus hijos Abram, Najor y Jarán.

Descendientes de Téraj

27 Ésta es la historia de Téraj, el padre de Abram, Najor y Jarán.
Jarán fue el padre de Lot, 28 y murió en Ur de los *caldeos, su tierra natal, cuando su padre Téraj aún vivía. 29 Abram se casó con Saray, y Najor se casó con Milca, la hija de Jarán, el cual tuvo otra hija llamada Iscá. 30 Pero Saray era estéril; no podía tener hijos.
31 Téraj salió de Ur de los caldeos rumbo a Canaán. Se fue con su hijo Abram, su nieto Lot y su nuera Saray, la esposa de Abram. Sin embargo, al llegar a la ciudad de Jarán, se quedaron a vivir en aquel lugar, 32 y allí mismo murió Téraj a los doscientos años de edad.


Juan 5

Nueva Versión Internacional (NVI)

Jesús sana a un inválido

Algún tiempo después, se celebraba una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Había allí, junto a la puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco pórticos, cuyo nombre en arameo es Betzatá.[a] En esos pórticos se hallaban tendidos muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos.[b]Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó:
—¿Quieres quedar sano?
—Señor —respondió—, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.
—Levántate, recoge tu camilla y anda —le contestó Jesús.
Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar. Pero ese día era *sábado. 10 Por eso los judíos le dijeron al que había sido sanado:
—Hoy es sábado; no te está permitido cargar tu camilla.
11 —El que me sanó me dijo: “Recoge tu camilla y anda” —les respondió.
12 —¿Quién es ese hombre que te dijo: “Recógela y anda”? —le interpelaron.
13 El que había sido sanado no tenía idea de quién era, porque Jesús se había escabullido entre la mucha gente que había en el lugar.
14 Después de esto Jesús lo encontró en el *templo y le dijo:
—Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.
15 El hombre se fue e informó a los judíos que Jesús era quien lo había sanado.

Vida mediante el Hijo

16 Precisamente por esto los judíos perseguían a Jesús, pues hacía tales cosas en *sábado. 17 Pero Jesús les respondía:
—Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo.
18 Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no sólo quebrantaba el sábado sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios.
19 Entonces Jesús afirmó:
—Ciertamente les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su padre hace, porque cualquier cosa que hace el padre, la hace también el hijo. 20 Pues el padre ama al hijo y le muestra todo lo que hace. Sí, y aun cosas más grandes que éstas le mostrará, que los dejará a ustedes asombrados. 21 Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes a él le place. 22 Además, el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha delegado en el Hijo, 23 para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.
24 »Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 25 Ciertamente les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha concedido al Hijo el tener vida en sí mismo, 27 y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el Hijo del hombre.
28 »No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, 29 y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el mal resucitarán para ser juzgados. 30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo sólo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del que me envió.

Los testimonios a favor del Hijo

31 »Si yo testifico en mi favor, ese testimonio no es válido. 32 Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí.
33 »Ustedes enviaron a preguntarle a Juan, y él dio un testimonio válido. 34 Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que ustedes sean salvos. 35 Juan era una lámpara encendida y brillante, y ustedes decidieron disfrutar de su luz por algún tiempo.
36 »El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, y que estoy haciendo, es la que testifica que el Padre me ha enviado. 37 Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Ustedes nunca han oído su voz, ni visto su figura, 38 ni vive su palabra en ustedes, porque no creen en aquel a quien él envió. 39 Ustedes estudian[c] con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! 40 Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida.
41 »La gloria *humana no la acepto, 42 pero a ustedes los conozco, y sé que no aman realmente a Dios.[d] 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me aceptan; pero si otro viniera por su propia cuenta, a ése sí lo aceptarían. 44 ¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del Dios único?[e]
45 »Pero no piensen que yo voy a acusarlos delante del Padre. Quien los va a acusar es Moisés, en quien tienen puesta su esperanza. 46 Si le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él. 47 Pero si no creen lo que él escribió, ¿cómo van a creer mis palabras?



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